domingo, noviembre 11, 2007

La libertad es una decisión...


Este texto llegó a mi mail, muy interesante, realmente para compartir y reflexinar si somos libres o no... que dices? eres libre?...

Conocí a Raúl en un seminario, tres años después
de haber sido liberado de un secuestro. Sus captores
lo habían encerrado en un armario durante seis meses
amarrado con cadenas.

Me hablaba con un entusiasmo pleno de ilusiones y
de afecto, parecía feliz a pesar de haber soportado
una experiencia tan dolorosa y destructiva.

- ¿No sientes rabia o rencor contra tus captores?
-le pregunté abiertamente-.

Me miró, se frotó la cara con las manos y su rostro
se ensombreció por un instante.

- Recién salí, -respondió con firmeza-, no fue fácil.
Mi desesperación y mis rencores eran mi peor tortura,
pero un día decidí que ya no quería cargar más las
cadenas.

- ¿A qué te refieres? -dije intrigado-.

- Yo estuve secuestrado con otra persona, -replicó-,
nos liberaron al mismo tiempo. Después me la encontré,
rabiosa y amargada, sólo hablaba de su pasado, del daño
irreversible que le habían causado, de lo crueles que
habían sido, de lo feliz que se sentiría el día en el
que se hiciera justicia.

Guardó silencio por un instante, como si revisara
sus propias reflexiones.

- ¿Sabes? -prosiguió después de una pausa-, al ver
a esta persona me di cuenta que daba lo mismo que lo
hubieran liberado, que su cuerpo estuviera libre,
porque él había decidido continuar secuestrado en
su mente, en su dolor, en su pasado. Prefería pensar
en sus captores, no disfrutaba a su familia, ni de
la posibilidad de construir el presente ni el futuro
que le dio la vida.

- Pero, ¿Cómo se puede olvidar algo tan duro? -seguía
interrogando-.

-Mis captores me quitaron la libertad, pero no voy
a permitir que me quiten mi tranquilidad, si yo continúo
alimentando este rencor, les estaré dando mi vida,
es cómo si eligiera llevarlos conmigo en cada momento,
por el resto de mis días. Ni mis seres queridos ni yo
nos merecemos eso, la verdadera venganza será mi felicidad,
dejarlos atrás y disfrutar de cada instante de mi vida.

Hizo una pausa y miró hacia adelante con una expresión
alegre.

- Las verdaderas cadenas -concluyó- las tenemos en
nuestra mente cuando decidimos continuar apegados al
dolor, al resentimiento o al pasado. Eso es peor que
un armario oscuro, -dijo con énfasis y prosiguió-,
yo prefiero que los míos me recuerden como alguien
que supo reacoger la alegría de la vida y no como
alguien que se quedó alimentando la rabia y la
autocompasión.


¿cuáles son las cadenas que podrías
empezar a soltar ahora? ¿Cuáles son los eventos
pasados o presentes que puedes dejar de alimentar
con rabia o dolor?

En cada momento puedes decidir agravar tu herida
o empezar a sanarla para siempre.

jueves, noviembre 01, 2007

Es Temor o Coraje??


Temía estar solo hasta que aprendí a disfrutar
de mi propia compañía,

Temía fracasar y me dí cuenta que es la mejor
oportunidad para aprender,

Temía a lo que opinaran los demás y reconocí
que lo importante es mi opinión acerca de mí mismo,

Temía la ingratitud y encontré que el dar era mi regalo,

Temía que me rechazaran y reconocí que la mayoría
de los rechazos están en mi propia exageración,

Temía el dolor hasta que aprendí que yo podía retenerlo
o soltarlo,

Temía a la verdad y descubrí en ella la oportunidad
de liberarme,

Temía a la muerte hasta que aprendí a vivir con
plenitud cada instante,

Temía al resentimiento hasta que me dí cuenta que
es a mí a quien hace daño,

Temía el ridículo hasta que aprendí a reírme de mí mismo,

Temía envejecer hasta que encontré que cada estación
tiene su encanto,

Temía al pasado hasta que reconocí que todo fue perfecto,

Temía al cambio hasta que encontré que en él estaban mis tesoros del futuro.

Reconoce que el temor, siempre estará para recordarte
que tú sabes ser más grande que tus sombras,
como muchas, muchas veces lo has sido.